El fracaso escolar son las dificultades para alcanzar los objetivos marcados por el sistema educativo, lo que se puede traducir por no superar la enseñanza secundaria obligatoria.

Este fenómeno se ha estudiado mucho durante lo últimos años, pues tan sólo se puede abordar si se descubre la verdadera causa del fracaso. Tras mucho investigar, los estudios coinciden en los siguientes factores como causa del bajo rendimiento académico en la etapa secundaria:

  • La motivación y la perseverancia: los estudiantes más motivados, con objetivos claros y mayor autoestima son aquellos que consiguen un buen rendimiento; pues esta motivación les mueve a superar los obstáculos y perseverar en el estudio. Al contrario, los estudiantes que tienen una baja motivación y baja tolerancia a la frustración son los que obtienen peor rendimiento.
  • Atención: los estudiantes a los que les cuesta mantener la atención o dirigirla al estudio obtienen un bajo rendimiento, pues la atención es un proceso cognitivo vital para el aprendizaje.
  • Trastornos específicos del aprendizaje: la dislexia, la disgrafía y la discalculia son trastornos específicos del aprendizaje que afectan al rendimiento de los/as estudiantes, sobre todo en los primeros ciclos.
  • Estado de ánimo: el estrés, la ansiedad, la depresión, ser víctima de bullying, tener una baja autoestima o mala gestión emocional son otras de las causas del bajo rendimiento.

¿Qué podemos hacer para prevenir el fracaso escolar?

En primer lugar, ponernos en manos de un profesional de la educación que llegue al origen de este fracaso y sepa diagnosticarlo e intervenir de forma totalmente personalizada.

Para hacer un primer diagnóstico es fundamental recoger la historia académica, tener una entrevista con la familia, el/la estudiante y el centro educativo y valorar si es necesario hacer una evaluación/exploración a nivel pedagógico (inteligencia, lenguaje, atención, funciones ejecutivas, etc), hacer un estudio de personalidad, etc.

En segundo lugar, es muy importante intervenir en el origen del fracaso escolar y establecer un plan de intervención pactado con el/la alumno/a, la familia y el centro educativo; de manera que no sólo se trabaje coordinadamente con el centro educativo, sino que también se realice psicoeducación a nivel familiar que repercuta tanto en el rendimiento escolar, como en el ambiente familiar.

La importancia de recibir el apoyo de la familia y su ayuda en el día a día es vital para que el/la alumno/a mejore su rendimiento académico y se sienta apoyado/a y motivado/a. Por lo que es fundamental que el/la pedagogo/a sea una guía para la familia.

¿Qué servicios ofrecemos en el IVANN?

En el IVANN trabajamos un grupo de expertos en el ámbito infantil y juvenil compuesto por las áreas de pedagogía, psicología, neuropsicología, psiquiatría, neurología… Por lo que una primera valoración de nuestra pedagoga y el establecimiento de un plan en el que intervengan todos aquellos profesionales necesarios es vital, tanto para prevenir como para intervenir en el fracaso escolar.

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