Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) forman parte de nuestro día a día, estando presentes en nuestros hogares y centros escolares.
Los estudios revelan algunos datos relevantes: el 83% de la población se conecta a través del móvil, el 81% de la tablet y el 74% del ordenador portátil. La creciente conexión desde el teléfono móvil implica que 4 de cada 10 adolescentes están conectados las 24 horas, 5 de cada 10 permanecen conectados hasta que se acuestan y 1 de cada 10 se conecta menos de 3 horas.
Lo preocupante del uso de las TIC no es el tiempo de conexión en sí mismo, sino el uso que le dan los adolescentes a estas redes y el impacto que provocan en su salud mental y desarrollo.
Las redes sociales nos brindan la oportunidad de crear una falsa identidad: ¿cómo queremos mostrarnos ante los demás?, ¿cómo queremos que nos vean?, ¿cómo podemos gustarles?, ¿cuánta gente me sigue?, ¿cuántos amigos tengo?
Esta tendencia, de los adolescentes, a dar una imagen para agradar a los demás mina su autoestima y no permite el correcto desarrollo de la persona que quieren ser, ya que se pasan más tiempo mostrándose cómo quieren que les vean los demás, que mostrando su verdadera personalidad. Esto constituye un peligro para la construcción de su personalidad y círculo social, pues genera un autoestima bajo, grandes inseguridades, disconformidad con su vida y situaciones de estrés, ansiedad y depresión que podrían evitarse.
Por otra parte, en las redes sociales, las personas nos comunicamos de una forma totalmente planificada, pues somos conscientes de que los demás van a juzgar cada una de nuestras publicaciones y nosotros mismos juzgamos a los demás. La presión de que todo lo que digamos va a ser juzgado propicia la planificación y anula la improvisación, tan importante para establecer relaciones sociales cara a cara.
La comunicación tras la pantalla anula una parte muy importante de la comunicación: la comunicación no verbal; que completa el significado de nuestro mensaje. Esto da lugar a malinterpretaciones y a un escaso desarrollo de esta habilidad comunicativa, tan importante en la vida diaria. Como podemos observar, este tipo de comunicación prefabricada está consiguiendo que las nuevas generaciones carezcan de habilidades sociales.
Por último, la desinhibición, a consecuencia del anonimato detrás de la pantalla, provoca un aumento de conductas carentes de empatía y respeto por los demás. Los adolescentes no miden las consecuencias de sus actos porque no pueden verlas ni sufrirlas. Estaremos de acuerdo en que no es lo mismo insultar a alguien a la cara y ver su reacción, que hacerlo detrás de un mensaje de texto, con el que no observamos el impacto de nuestro insulto. Esto provoca una desensibilización de la sociedad, que se refleja en una disminución de la empatía y mayores situaciones de violencia verbal.
A estas conductas disruptivas se suma que en las redes es mucho más fácil viralizar una conducta y encontrar gente que esté conforme con ella. Esto, antes del impacto de las TIC en nuestras vidas, no sucedía porque estas conductas no estaban socialmente aprobadas y eran reprobadas por una mayoría. Sin embargo, ahora la minoría es suficiente para que estas personas se sientan apoyadas y orgullosas de su conducta.
En esta sociedad de la inmediatez, en la que las redes sociales y las tecnologías de la información y la comunicación han llegado para quedarse, es muy importante realizar una correcta psicoeducación a la sociedad en general del uso de las tecnologías y su impacto en la vida y evolución de nuestros niños y adolescentes.
Fuentes:
Ballesta, F.J., Lozano, J., Cerezo, M.C., Soriano, E. (2014) Revista Fuentes, 16, Junio, 2015; pp. 109-130 109 INTERNET, REDES SOCIALES Y ADOLESCENCIA: UN ESTUDIO EN CENTROS DE EDUCACIÓN SECUNDARIA DE LA REGIÓN DE MURCIA.
Dra. Roxana Morduchowicz. Los adolescentes y las redes sociales. Cómo orientarlos.
Ehmke, R. (s. f.). Cómo afecta el uso de las redes sociales a los adolescentes. https://childmind.org. https://childmind.org/es/articulo/como-afecta-el-uso-de-las-redes-sociales-los-adolescentes/
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